Comentario del Mensaje del 25 de Febrero de 2013
desde Medjugorje, Bosnia-Herzegovina y reflexión del P. Padre
Manuel Hernández Morales
“Queridos hijos:
También hoy los invito a la oración. El pecado los atrae hacia
las cosas terrenales, yo, por el contrario, he venido a guiarlos hacia la santidad
y hacia las cosas de Dios; sin embargo, ustedes se resisten y desperdician sus
energías en la lucha entre el bien y el mal que están dentro de
ustedes. Por eso hijitos, oren, oren, oren hasta que la oración se convierta
para ustedes en alegría, así su vida se convertirá en un
simple camino hacia Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!
”
1.-Una vez más la Santísima Virgen emplea la misma frase: “También
hoy los invito a la oración”. Para Dios no existe ni el ayer, ni
el mañana, existe el presente, el ahora y aquí. La Madre de Dios
nos quiere decir, que es necesario, “orar siempre”, Esto coincide
con lo que nos cuenta San Mateo: “15-21-28: “ Oración insistente,
confiada y humilde”, como la de la mujer siro-fenicia. San Pablo en su
1ª carta a los Tesalonicenses 5-17, nos recuerda que se ha de orar “
sin cesar.”No olvidemos que la oración para que sea auténtica
requiere, cuatro condiciones: Humildad, piedad, confianza y perseverancia. San
Agustín nos cuenta que si no obtenemos lo que medimos, es por una de
estas tres razones:1) porque somos malos;2) porque pedimos malamente; y 3 o
porque pedimos cosas malas.
2.- Seguidamente la Madre del cielo hace una contraposición entre el
Maligno y Ella. El demonio nos arrastra al pecado, al mal. Pecado que es, ruptura
con Dios, ruptura con el prójimo, ruptura con la naturaleza y finalmente
ruptura consigo mismo. Satanás nos arrastra a las cosas materiales y
María nos invita a las cosas de Dios, en otras palabras, hacia la Santidad.
Sin embargo, nosotros ( en expresión de San Pablo), luchamos entre el
bien y el mal. Por una parte, contamos con la gracia de lo alto, con la ayuda
de Dios para vencer, pero al mismo tiempo, el enemigo trabaja por arrastrarnos
al pecado, aunque como decía el Santo Padre Benedicto XVI, en el pasado
miércoles de Ceniza, siempre lo hace presentándose como un ángel
bueno, dando la impresión de que busca nuestro bien.
3.- En varios mensajes y en distintas ocasiones nuestra Madre Bendita, ha pedido
por triplicado que oremos: “ Oren, oren, oren……”Y es
que la Virgen no hace más que repetir las palabras de su Hijo que nos
narra el Evangelio: “ Es necesario orar siempre y nunca desfallecer”.
Y como dice el Evangelio:”Jesús comenzó a hacer y a enseñar”.
Lo que predica, lo avala y autoriza con su ejemplo. Se pasa 30 años en
la casita de Nazaret en unión con el Padre. Durante los tres años
de la vida pública, parte del tiempo, especialmente las noches lo pasaba
en oración.. No tiene prisa en salir a predicar; y es que como dice el
refrán español: “ Las palabras mueven, pero los ejemplos
arrastran”. El es el gran orante. Y la Virgen María, en expresión
del Papa Pablo VI, en la Encíclica” Culto Mariano”: María
es la mujer Orante”.
Cuando esa oración es “con el corazón”, como ha pedido
desde el principio de sus apariciones la Reina de la Paz, (y orar con el corazón
es orar con amor), entonces entre Dios y el hombre hay una comunicación
amorosa y sencilla. Existe el abrazo entre el padre y el hijo, que tiene como
resultado, la paz, la alegría, la felicidad, es en cierto modo un anticipo
del cielo, es la repetición del Tabor, es un preludio de la vida eterna
y es un pregustar lo que un día será.
Paz, gozo y amor.
Padre Manuel Hernández Morales